- Mi preciosso, mi preciosso.
El anillo relucia en nuestros dedos, nuestro tesoro mas preciado. Tenemos hambre.
- ¡Gollum! ¡Gollum!
Hay orcos cerca, no son ricos como el pescado, no mi precioso, no. Pero igual nos alimentaran.
Nos subimos a la barca, cruzamos el lago, y llegamos a la entrada de la caverna. Miramos alrededor, olfateamos y decidimos que esta todo seguro.
Vamos mi precioso, vamos. Nos pondremos el precioso asi esos horribles orcos no nos veran.