Me encontraba en este momento en el poney pisador, fumando pipa y negociando con unos extraños.
-Ya se que les ofrezco poco, pero con los tiempos que corren, algo es algo.
-Está bien viejo. Puedes llevártelo.
Le pagué al hombre unas monedas, salí y me monté en mi nuevo caballo. Al principio se molestó, pero le recité unas palabras en élfico y se calmó.
-Vamos, al trote.
Comenzamos a trotar cada vez más rápido hacia Hobbiton. Espero que no sea tarde. No quiero llegar y darme cuenta de que ya empezó.